Muy contrariada y triste se le vió a la congresista Luciana León a la salida de la casa donde,hasta ayer, vivía su padre Rómulo León Alegría. Mientras la policía y los fiscales ingresaban al domicilio del principal implicado en el más reciente caso de corrupción ,la joven lucía tan demacrada que los periodistas allí presentes casi no la reconocen. "Disculpen,estoy pasando un momento muy difícil. No, no se donde está mi padre, pero espero que se ponga a derecho" declaró Luciana con la voz inusualmente ronca. Acto seguido, la joven congresista partió raudamente en un auto con rumbo al aeropuerto.
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